Hoy
quería comentar lo que me sucede con mis géneros
favoritos a la hora de elegir un libro, una película o un libro.
Lo
normal sería que me gustaran los mismos, pero no es así y no
encuentro muy bien la explicación. Tal vez soy así de rara.
Empiezo
con los LIBROS, que es lo predominante
en este blog.
Mi
género favorito por antonomasia es el policíaco o novela
negra. Creo que es el género del que más libros leo. Me
atrapan, me intrigan y me mantienen pegada al libro, hasta el punto
de que se me pasan las horas sin enterarme. Me parecen muy
interesantes. Es muy entretenido investigar a la vez que el o la
protagonista y desenrollar la trama a la vez. En este blog hay muchos
títulos con buenas puntuaciones de este género como: los libros de
la Trilogía del Baztán (El guardián invisible, Legado de Huesos y Ofrenda a la tormenta); soy muy fan de la serie de Bevilacqua y Chamorro, de Lorenzo Silva; y también de la escritora Mary
Higgins Clark; también he leído todos los libros de Dan Brown cuyo
protagonsita es Robert Langdom (La fortaleza digital, El Código Da Vinci, Ángeles y Demonios,
El símbolo perdido, Inferno); me gusta
lo que he leído de Jeffery Deaver (El coleccionista de huesos,
Cruces en el camino) y muchos más.
Pero
también me gusta el chick-lit. Depende del momento y de los
ánimos, en ocasiones me gusta leer un libro más superficial, para
reírme o para llorar, para verme un poco reflejada en la
protagonista o todo lo contrario. Sobre todo me gusta Marian Keyes
(Lizzie ha vuelto), la saga de Valeria no está mal (En los zapatos de Valeria, Valeria en el espejo,
Valeria en blanco y negro, Valeria al desnudo)
y otros.
También
le he leído algún libro de fantasía o terror que me
haya gustado, aunque son libros concretos, sobre todo en el terror
(La cúpula), pues ningún libro consigue hacerme pasar
miedo, como mucho angustia, y tampoco es habitual. En cuanto a
fantasía son más bien algunas sagas concretas (Harry Potter y Los juegos del hambre).
Y
hay otros que, siendo dramáticos o históricos han
conseguido embelesarme, pero porque eran buenos, simplemente eso,
como la de Ana, la de Tejas Verdes. Y el humor...
pues algunos hay, como los monólogos de Luis Piedrahita (A mí este siglo se me está haciendo largo), que me encanta, pero
poco más.