Reseña: LA CASA DE BERNARDA ALBA (FEDERICO GARCÍA LORCA)

La casa de Bernarda Alba es la última obra de teatro que Federico García Lorca dejó terminada y es la reseña que traigo hoy.

Título: La casa de Bernarda Alba

Autor: Federico García Lorca

Año de publicación: 1936

Número de páginas: 272

ISBN: 9788467033328

Género: Teatro, drama, costumbrista

SINOPSIS:

A la muerte de su marido, Bernarda impone a sus hijas un luto riguroso de 8 años. Tan riguroso que ni siquiera podrán salir de casa, frustrando así las necesidades de sus cuatro hijas, “en edad de merecer”. Después de haber negado a Maritirio como prometida a un Humanes “por ser gañán”, compromete a Angustias con Pepe “El Romano”. La aparición de este personaje desenecadena una serie de acontecimientos que degenera en una confrontación entre la madre y las hijas y sobre todo entre estas últimas. Poncia, una e las criadas de confianza de la casa, trata de adertir a la señora sobre las consecuencias de una disciplina tan rígida. Pero Bernarda rechaza todas las críticas; primero para no perder su aparente seguridad y, segundo, porque no puede aceptar consejos de una persona que está a su servicio.

Esta obra maestra de Lorca está dividida en tres cortos actos.

La historia comienza en el funeral del marido de Bernarda Alba, al que han ido: la mujer, las hijas, las criadas y bastante gente del pueblo. En acabar, van todos a la casa de Bernarda, donde no suelen recibir visitas.

Se nos presentan los personajes principales que son:

Bernarda, la madre viuda de 60 años, definida por La Poncia como la tirana de todos los que la rodean, capaz de sentarse encima de tu corazón y ver cómo te mueres durante un año sin que se le cierre esa sonrisa fría que lleva en su maldita cara.

La Poncia, criada de 60 años, sabia y lista, que lleva años al servicio de la casa de Bernarda Alba y las conoce bien.

Las hijas: Angustias (hija de Bernarda con un primer marido, no hija del recién muerto), de 39 años; Magdalena, hija de 30 años; Amelia, de 27 años; Martirio, de 24 años y Adela, la más joven con 20 años.

Al quedarse solas, la madre les impone un riguroso y estricto luto que sufrirá cada una a su manera y lo que ocurre después es lo que se relata en la obra.

Yo no sabía mucho de este libro, más bien casi nada. Ni siquiera sabía que tenía un subtítulo “Drama de mujeres en los pueblos de España”. Y un día, oí hablar a unos compañeros de ella, alabándola y me despertó el interés.

Ya desde un primer momento se refleja los dramas que se vivían y cómo eran a principios del siglo XX, con sus lutos, su aparentar, las clases económicas... y sobre todo, como esto era mucho más duro y estricto para las mujeres, que poca importancia se les daba en la vida. También, queda marcado desde el inicio el fuerte carácter y autoridad de la ahora matriarca, Bernarda Alba.

Las hijas sufren, cada una a su manera, el drama de tener que vivir un luto tan largo, aisladas del mundo, y soportando a una madre y unas hermanas con las que no todas se llevan bien. Además, todas están solteras en una época en la que una mujer sola no estaba bien vista ni parecía servir para nada, lo que aún las hunde más en la tristeza. Así, con la aparición de un hombre que pretende casarse con una de ellas, el drama que se desencadena era de preveer. De todos modos, las reacciones de las hermanas es diferente. Y la madre, tan orgullosa, por no escuchar y querer aparentar ser mejor que nadie en el pueblo, provoca más o menos indirectamente todo lo que sucede.

Es una obra de teatro muy muy cortita. Se lee en un ratito de tarde. Además, es entretenida, sin rodeos, sin tediosas descripciones y contando una historia sencilla, de no hace tanto tiempo, y muy habitual en esta España nuestra, sobre todo en la España más profunda. Yo no sé si es porque al ser mujer, me da más miedo pensar en lo que me podría haber pasado de haber nacido un siglo antes o no tiene nada que ver, pero da angustia pensar como una madre autoritaria puede tirar los pocos años buenos que te queden de vida por tierra, solo por aparentar ser mejor y más pura que el resto del pueblo.

Y aquí dejo un trocito de la obra, representada en 1984.

Muy recomendable. Un clásico fácil y sencillo de leer, pero que despierta emociones y nos trae de vuelta esas costumbres y sufrimientos que tanto han pasado nuestras abuelas y bisabuelas.

Lo mejor: El reflejo de la sociedad de la época, anclada en el qué dirán y aparentar.

Lo peor: No hay grandes sorpresas.

Puntuación: 4.5/5