Reseña: EL CORREDOR DEL LABERINTO (THE MAZE RUNNER) (JAMES DASHNER)

El corredor del laberinto (The Maze Runner) es la primera parte de una trilogía escrita por James Dashner. Se acaba de estrenar la adaptación al cine, que esperemos no decepcione.

 

Título: El corredor del laberinto (The Maze Runner)

Autor: James Dashner

Año de publicación: 2009 (2013 en España)

Páginas: 532

ISBN: 9788493801311

Género: Literatura juvenil, ciencia-ficción, distopía

SINOPSIS:

Memoriza, corre, sobrevive.

«Bienvenido al bosque. Verás que una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre un chico. Como ves, este lugar está cercado por muros de piedra.… Has de saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el laberinto. De noche, las puertas se cierran… y, si quieres sobrevivir, no debes estar allí para entonces». Todo sigue un orden… y, sin embargo, al día siguiente suena una alarma. Significa que ha llegado alguien más. Para asombro de todos, es una chica. Su llegada vendrá acompañada de un mensaje que cambiará las reglas del juego. ¿Y si un día abrieras los ojos y te vieses en un lugar desconocido sin saber nada más que tu nombre? Cuando Thomas despierta, se encuentra en una especie de ascensor. No recuerda qué edad tiene, quién es ni cómo es su rostro. Sólo su nombre. De pronto, el ascensor da un zarandeo y se detiene. Las puertas se abren y una multitud de rostros le recibe. «Bienvenido al Claro —dice uno de los adolescentes—. Aquí es donde vivimos. Esta es nuestra casa. Fuera está el laberinto. Yo soy Alby, él, Newt. Y tú eres el primero desde que mataron a Nick».

Este libro está compuesto de 62 capítulos y un epílogo. Está contado en tercera persona.

Todo comienza cuando Thomas, el protagonista, se despierta encerrado y a oscuras entre cuatro paredes. Además, se está moviendo y así continua durante, aproximadamente, una hora. No puede salir, grita y nadie le oye. No sabe donde está, ni recuerda nada salvo su nombre, ni siquiera su apellido. Su mente funciona bien, pero sus recuerdos parecen haber sido borrados.

De repente, el ascensor donde se halla se para y se abren las puertas. Allí le esperan otros cincuenta chicos parecidos a él y le ayudan a salir. Estos chicos, que se expresan con un lenguaje peculiar, se hacen llamar clarianos, pues viven en El Claro, rodeados por un laberinto. Thomas no sabe por qué, pero el lugar le resulta familiar.

Allí conoce a Chuck, un niño menor que él, al que puede considerar su amigo, a Alby y a Newt, los líderes, a Minho, un corredor, y a Gally, que dice conocerlo y no se fía de él.

Cuando Thomas aún no ha aprendido a penas nada del laberinto algo cambia. Llega una chica, y dice ser la última en ser enviada allí. Todo va a cambiar. Tienen que resolver el laberinto.

La historia está entretenida. Llama a la curiosidad, pues el lector anda tan perdido como el protagonista y quiere saber de qué va todo al igual que él. Los clarianos tienen una muy buena estructura jerárquica, buena organización. Al principio creí que iban a acabar mal, pues noté cierto parecido con El señor de las moscas, aunque enseguida me di cuenta de que esta era una historia distinta.

Los clarianos están divididos según el trabajo que pueden desempeñar mejor, la organización es importante. Thomas me parece algo soberbio, queriendo ser corredor desde el primer momento sin saber nada. También me gustan mucho los personajes de Chuck y Newt.

Os dejo una frase que me ha gustado: Si eres holgazán, te pones triste. Comienzas a rendirte. ¡Así que ánimo y no os rindáis nunca!

Lo mejor: La organización de los clarianos. Tienen todos los detalles muy bien pensados y atados.

Lo peor: Acaba el libro y tienes poca información, hace falta leer el siguiente para entender la situación.

Finalmente, lo recomiendo a los fans de las distopías juveniles, que tan en auge están últimamente.

Puntuación: 3.5/5